sábado, 23 de octubre de 2010


Nadie dijo que amar sería fácil, nadie dijo que el amor no dolería...sin embargo aún seguimos intentando.

sábado, 28 de agosto de 2010

Allí nos encontrábamos los dos, como si fuéramos dos extraños, como sí jamás nos hubiéramos abrazado fuertemente, como si jamás hablado ni reído juntos. Por una cuestión de segundos se detuvo, como si estuviera esperando que lo saludara como de costumbre, cuando nuestras mejillas se rozaban suavemente. Pero nada sucedió, simplemente lo ignoré, seguí mi camino y ni siquiera miré su rostro: no podía seguía siendo vulnerable a su cálida mirada, a sus extraños ojos, a todo ese misterio que jamás conocería.
En ese momento solo el enojo y la sensación de traición podían pasar por mi interior, aunque nada de esto podría llegar a se odio porque, de hecho, lo seguía queriendo demasiado, pero ya nada podría ser como antes. Es que cuando algo se rompe no puede repararse: aunque lo hagas y no queden signos visibles de lo sucedido, sabes que se rompió y eso jamás puedes cambiarlo.
No me arrepiento de haberlo conocido, no me arrepiento de todo lo sucedido porque todos caemos, hasta la manzana más perfecta cae del árbol( aclaro que con eso no me refiero a mí, sino que todos caen) para nuestra suerte no somos manzanas y podemos levantarnos y caernos cuantas veces deseemos y podemos aprender de nuestras caídas o bien comenzar a caer con estilo.
Solo creo que el tiempo va a curar las heridas de cada caída, haciendo que me acostumbre a vivir con ellas.

jueves, 26 de agosto de 2010

viernes, 20 de agosto de 2010

Es así de simple: primero es bueno empezar diciendo que nada es para siempre, por más lindo que pueda parecer en un momento acaba. Así que hacer promesas eternas de amor y felicidad no sirven para nada. Por un instante, te crees en el paraíso, como si nada pudiera destruirte y al otro te clavan un puñal por la espalda y te siguen sonriendo como si no notaras la presencia de algo haciendo te una herida. Pero hay personas que son así, en pocas palabras una mierda, te hacen sentir bien y después te matan (figuradamente).
La situación es la siguiente: tengo 15 años y sé que no tengo la madurez suficiente como para hablar del amor verdadero pero al menos sé que si puedo hablar de la amistad y de los códigos.
Es algo estúpido, desde mi punto de vista, enamorar a alguien y después decir que te tiene ganas siendo que vos lo buscaste, creer que sos la última coca-cola del desierto, siendo que abrieron un bar ahí mismo. La verdad no se como les da la cara, pero siendo más precisos no tienen cara, usan mascaras para disfrazar la realidad de mierda que viven, para crear sus mundos, destruyendo los otros.
Y la verdad es esta:
Él creo una fotocopia de sí mismo con migo
El mundo no gira a su alrededor aunque me halla parecido que casi era perfecto, no se acercaba para nada
Los cuentos de hadas no existen, ¿Príncipes azules? Jájá solo en los cuentos que de chicas nos contaban
No podes olvidarte de alguien, solo aprendes a vivir sin esa persona
Comienzo a creer que están todos cortados por la misma tijera pero aún asi es inevitable seguir buscando

Tenía los ojos vendados pero la felicidad que tenia en ese momento hacia que nada me importase.
‘Yo voy a guiarte’, recordé que me había dicho él mientras tomaba mi mano delicadamente hace un tiempo atrás, simplemente comencé a seguirlo desde ese momento.
Caminaba de su mano sin siquiera ver un destello de luz, pero él me guiaba y sentía que era todo lo que tenía, todo lo que necesitaba para ser feliz. De repente soltó mi mano, dijo ‘perdón, no quiero lastimarte’ y me empujó ligeramente.
Sentí que caía a un profundo abismo, pero ya era tarde para intentar salvarme. Cuando pude quitarme las vendas estaba en un profundo lecho cubierto de espinas.
Caer sabiendo que lo estas haciendo es una extraña y dolorosa sensación, sabes que tendrás un horrible final pero te das cuenta de lo que esta sucediendo y al menos la caída no duele nada.
Pero no se compara con caer de repente. Cuando caes de repente, caes tan abruptamente que el dolor es mucho más fuerte, sientes que ya nada te queda y toda esa felicidad que sentía se acaba como por arte de magia.
Mientras estaba en ese profundo abismo cubierta de heridas y espinas, miré hacia todos los lados para intentar de hallar una salida.
‘Es solo cuestión de tiempo’ me dije, pero luego pensé otra vez en ello… ¿Era solo cuestión de tiempo para salir de allí o para caer otra vez en un abismo?

lunes, 12 de julio de 2010

Todos los días, en nuestras vidas buscamos que todo sea perfecto: cuando nos arreglamos por las mañanas hasta que cada pelo este en su lugar, tal vez con el sabor de las comidas y bebidas y con cualquier cosa simple de cada día como deberes o un dibujo.
Algunos son perfeccionistas extremos, buscando que todo en sus vidas sea perfecto, pensando que todo lo demás esta mal, haciendo lo imposible para encontrar la perfección, por que en verdad esta no existe.
La perfección es en mi opinión algo que nadie puede alcanzar y sería aun más imposible que todos fuéramos perfectos, porque si todos lo fuéramos, seríamos todos iguales, entonces ya nadie sería perfecto.
Tal vez si pueda existir la ‘perfección a medida’ me refiero a cuando uno ama a una persona y parece que no existe nadie más que esa persona, es la perfección de cada uno, por eso es a medida. Pero ese solo es un reflejo de algo inalcanzable, de algo que no existe.
Pero la vida esta hecha de eso, ser feliz, sufrir, no ser perfecto, cometer errores y aprender de ellos. Entonces, si pudiéramos imaginar un mundo perfecto y viviéramos en él… ¿podría existir el amor?

sábado, 10 de julio de 2010


Es increíble lo rápido que todo termina, lo rápido que se derrumba algo que tardo tanto en construirse. Sabemos que todo tiene un final, sin embargo, jamás pensamos en ello cuando la felicidad aparece y luego caemos tan abruptamente que no podemos reaccionar.
Tal vez jamás valore eso que creía tener y cuando caí en la cuenta de que realmente no había nada supe que era el final de algo que quizás nunca halla ni hubiera existido. Ahora se que no se puede volver el tiempo atrás, que no existen las maquinas del tiempo, pero al menos sé que cuando se pierde lago también se gana algo.
Solo podía imaginar ¿qué hubiera pasado si todo hubiera acabado de otra manera? ¿Qué hubiera pasado si nuestra historia tenía un final alternativo?

Vivimos en este absurdo mundo, vivimos sin saber si habrá un mañana.
Algunos viven cada día al máximo como si fuera el último y otros simplemente no le encuentran sentido a la vida.
Algunos viven pensado igual que el resto, como si todo lo demás estuviese mal, diciendo ser libres por fuera, pero estando encerrados por dentro, sin poder expresarse. Otros en cambio, se muestran libres, sin importarles lo que digan o piensen los demás.
Casi todos estamos condenados a sufrir por amor, pero todos estamos condenados a un mismo destino, morir.
Amamos odiamos, reímos y también lloramos, pero ¿realmente estamos viviendo en este mundo o estamos sobreviviendo en él?
Son espinas que se clavan en nuestros corazones inevitablemente. Nos acarician suavemente, pero luego desaparecen dejando en nosotros heridas que sangran profundamente.
Son heridas incurables, nos dejan marcas que ni el paso del tiempo logra borrar. Son heridas del pasado que jamás se olvidan, solo se aprende a vivir teniéndolas.

Me encontraba perdida en medio de la inmensa oscuridad, donde todo parecía estar muerto a excepción de mi, si es que en realidad no estaba muerta.
No podía percibir sonido alguno, siquiera algo que me diera un indicio de vida, algo que le diera sentido a esa situación, que parecía sacada del sueño de un demente.
De repente, una extraña luz apareció frente a mis ojos, era una estrella verde, que brillaba tanto que podía ver mi reflejo en ella, podía ver que seguía viva y eso mi impulsaba a querer salir de allí. Caminé a su lado, mientras alumbraba cada paso que daba, sabía que allí estaba para protegerme y guiarme.
Estaba tan perdida en su extraño color verde, en todo ese misterio que ocultaba, ese misterio que nadie descubriría jamás, que en un instante desapareció. Todo ese hermoso brillo se había esfumado y yo me quede estupefacta ante lo sucedido.
En cuestión de segundos todo había acabado, su perfecta luz había desaparecido y solo quedaba oscuridad, era cuestión de encontrar el camino correcto para salir de allí, si es que existía en verdad…

viernes, 9 de julio de 2010


Al verlo, sentí como una aguja atravesaba rápidamente mi corazón. Pero no era algo doloroso, era como una suave caricia que casi no se podía percibir. Fue una sensación extraña, como una obsesión, algo que quería probar sin saber hasta que punto llegar.
Mientras más lo miraba, la herida se hacía más profunda y dolorosa, pero esa adicción no me dejaba pesar en nada más.
Un día intente curarme, pero me dí cuenta de que la herida era incurable, que cada día se infectaba y abría más. Quise coserla y vi como el hilo se quemaba hasta desvanecerse. De repente supe que ese veneno me consumía lentamente hasta la muerte. Era un veneno dulce y letal que recorría mis venas hasta deshacerlas, era un fuego abrasador me quemaba por dentro.
De repente, sentí que mi corazón se volvía piedra y luego comenzaba a agrietarse hasta romperse en pequeños pedazos y volverse cenizas.
¿Y esa obsesión letal acaso valió la pena? No lo sé, uno no lo elige. Es algo que ciega. Ese mal es algo imperceptible e invisible por fuera, pero por dentro es algo que quema, un dolor agradable, una enfermedad sin remedio de la que uno no se quiere curar…

jueves, 8 de julio de 2010

Creía que tenía todo pero no tenía nada, solo miseria y una falsa felicidad que me dabas con tus sonrisas y tus bellas palabras que repetías como un éstereo repite una canción.
Sentía que esto era algo eterno, que contigo nadie me lastimaría y fuiste tú quien terminó haciendolo primero. Ibamos rápido y termine estrellada contra un mural, el mismo en el que nuestros sueños, deseos y recuerdos más profundos yacía vagamente.
Cada latido de nuestros corazones, cada beso, cada abrazo, cada 'te amo' todo estaba depositado en ese mural, ese que juntos habíamos construído, es donde nos apartabamos del resto del mundo por un instante, donde tú eras un principe y yo era una princesa. Ahora estaba roto porque contra él chocamos, ahora era parte de un cementerio de recuerdos que tú jamás visitarías, pero yo quedaría allí atada a los recuerdos de tu pasado, llorándole a las trizas de mi imperfecto mural.

miércoles, 7 de julio de 2010

En ese momento que nuestras miradas se encontraron sentí que entraba en un laberinto con un desconocido final.
Sabía quien era, que era, pero el deseo de estar con él y saciarlo, de ser su lluvia en la sequía, enceguecía mis sentidos. Sentía que flotaba en un extraño lugar, tan irreal que yo misma sabia que no existía. La parte cuerda de mi desaparecía casi por completo cuando lo veía, sólo quedaba una parte torpe e inútil, sólo podía mirarlo, siquiera podía pensar en algo coherente para decirle. Su mirada apartaba de mi vista cualquier cosa que no fuera él, cerraba mis labios sin tocarme, pero a la vez me daba una paz que ninguna mirada podía.
Me di cuenta de que había vuelto a entrar en ese infierno disfrazado de paraíso, había vuelto a conocer a un demonio disfrazado de ángel, pero ya no había forma de dejar de sentir lo que sentía por él porque eso era parte de la absurda vida que llevaba: buscar inconscientemente algo para dañarme y a la vez ser feliz.